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La terapia biológica
Prof. Dr. César Sánchez
y Prof. Dra. Ursula Tropper
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La Terapia Biológica se define como una medicina órgano-molecular y órgano-específica y se considera estructural en cuanto a los mecanismos de acción que utiliza en la curación, pues interviene y aporta a las estructuras celulares en disfunción, el fragmento molecular necesario para su reconstrucción y regulación funcional. Además de la órgano-especifidad para la concentración del implante juega un factor importante de captación de las células fetales el grado de lesión del órgano destinatario. Ya en 1954, Harbers demuestra que la captación del implante de hígado se cuadruplicaba cuando el hígado estaba lesionado. Por lo tanto es un método médico cuyo objetivo es lograr la curación o mejoría del paciente mediante el aporte de sustancias biológicas cuya característica es su alto poder vital, ya que se obtiene a partir de células de embrión, feto o animal muy joven de origen bovino o vacuno. La terapia biológica se caracteriza por:
Cuando se comenzó a utilizar esta terapéutica, se realizaban los implantes de los distintos órganos con células frescas. En la famosa Clinic La Prarie, que fuera del Dr. Niehans hasta su muerte en 1971, se emplearon siempre tejidos frescos. Las ovejas dadoras eran criadas en las cumbres alpinas entre 1.500 a 2.000 m de altura lejos de toda contaminación de las ciudades y de las emisiones fabriles. El tiempo de gestación para la extracción del tejido dador en el caso de la oveja se realiza a los 4 meses, siendo el período gestacional de 5 meses. De esa manera, se obtiene tejidos morfológicamente maduros y órganos funcionalmente adecuados pero donde todavía no se ha producido la maduración del sistema inmunológico, de modo que el implante del tejido donante no tiene capacidad de producir reacciones antigénicas. En cuento a los órganos como testículo, ovario, suprarrenal, timo, hipófisis, paratiroides todavía no están en completa función por lo que no desencadenarían la regeneración orgánica del paciente receptor. Por esta razón, en estos casos, se extraen estos órganos de un animal muy joven. Pero Niehans, en 1955, consiguió liofilizar tejidos para uso celuloterápico logrando así extender el método por todo el mundo al conservar incólumes y por largo tiempo las células recién extraídas. El proceso de fabricación requiere enfriamiento intenso y brusco con nieve carbónica y desecación en atmósfera muy enrarecida. El material se retira, manipula y envasa en medio estéril bajo la vigilancia de bacteriólogos y biólogos, sin agregar antisépticos en ampollas de vidrio exentas de aire. No necesitan conservarse en hielo, pero deben preservarse del calor excesivo. Abiertas las ampollas se suspenden enseguida las células secas en solución de Ringer y se inyectan por vía intramuscular profunda. Beneficios de la terapia con tejidos liofilizados:
Mecanismo de acción del tejido implantado Los neutrófilos comienzan el proceso de degradación enzimática o sea la fagocitosis primaria. Los macrófagos reconocen a estos neutrófilos como extraños y se los fagocitan, es decir llevan a cabo la fagocitosis secundaria. Desde allí es que parte, por vía neurohormonal, la información al ARN y al ADN del tejido propio similar u homólogo al implantado. Continúa la degradación y codificación proteica hasta llegar a unidades funcionales macromoleculares, con pérdida de sus características de especie, pero manteniendo la “especifidad de órgano”. Estas macromoléculas órgano-específicas son transferidas desde el macrófago a las células similares del organismo receptor por endocitosis siendo “tomadas como propias” desde el ribosoma por los ARN-t. Estas moléculas sanas y “vitalmente activas” son correctoras, no sólo de las proteínas, según mandato del ADN sino también del mismo ADN y ARN por acople de moléculas homólogas. Una de las demostraciones experimentales del destino órgano-específico de los elementos biológicos inyectados, las realizó el Prof. Franz Schmid mediante implantes intraperitoneales, en conejillo de indias. de toda variedad de células frescas y células liofilizadas coloreadas con rojo congo o azul de triptano para diferenciar el implante del tejido del receptor. En resumen, este importante trabajo demostró: El Dr. Günter Blobel es biólogo, nació en Waltersdorf (Silesia) en 1936, entonces ciudad alemana y actualmente polaca y nacionalizado estadounidense en 1987. Realizó toda su carrera en la Universidad Rockefeller de Nueva York, de la que es profesor y en cuyo laboratorio de Biología Celular (en el Instituto Médico Howard Hughes) trabaja actualmente. Recibió en 1999, el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus trabajos que determinaron que “cada proteína -sea de levadura, planta o animal- lleva una señal intrínseca, como si fuera un “código postal”, que la hace llegar al lugar preciso que le corresponde. Ya sea dentro de la célula -luego de traspasar la membrana celular y, si es preciso, las membranas intracelulares- y aún más allá, fuera de la célula, si así corresponde”. Las proteínas recién sintetizadas están dotadas de una señal intrínseca que debe ser descifrada en los lugares de destino. Muchas enfermedades congénitas -como la hipercolesterolemia, la fibrosis quística o la hiperoxaluria- se deben a errores de ese “código postal” que hace llegar a las proteínas fuera de su lugar preciso. Según estas investigaciones, la enfermedad o deficiencia no sólo proviene de “errores” seniles generalmente en la construcción de la proteína (Teoría de Curtis, cap.de estructura de la célula) sino también del “domicilio” correcto de la proteína. La órgano-especifidad de la terapéutica biológica 1 - Mediante el uso de colorantes vitales como el realizado por el Dr. Schmit coloreando con rojo congo o azul de triptano células que fueron luego implantadas intraperitonealmente a conejillos de indias diferenciándolas así de las células del receptor.
b) Kment y Hofecker, en 1972, realizaron un trabajo con radioisótopo utilizando células de corazón, riñón e hígado marcadas con tritio comprobando que un altísimo porcentaje de los componentes de las macromoléculas de las células del implante aparecían en los órganos homólogos del receptor.
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